domingo, 21 de octubre de 2007

Crónica de cómo vi y de cómo viví el concierto de Héroes

Cuando las cosas se esperan mucho, luego suelen defraudar. Nos imaginamos miles de posibilidades que, como nos contó Borges, luego, por imaginadas, no pasan, o sí. Cuando se ponen muchas esperanzas en un acontecimiento futuro o inminente, la veleta de nuestra ilusión tuerce el gesto y su flecha con el más leve soplo que pasa por delante, oscureciendo la fiesta iluminada sólo en la víspera.

Pero no, tengo que reconocer que el concierto de Héroes fue grandioso. Lo viví en primera y en segunda persona y, hoy, lo he leído en tercera persona. Explico esta extraña Trinidad. La tercera persona de los periódicos describen la grandeza al mismo tiempo que se esfuerzan en ver fallos. A veces parece que la objetividad es encontrarle tres pies a ciertos gatos. Es verdad, el escenario era un poco bajo para los españolitos de 1,70 m., el público estuvo por encima de la banda (normal, con 72.000 personas pero menos esperable por la corta edad de gran parte de ellos), los accesos volvieron a ser una pena y otros detalles sin mayor importancia.

Por otro lado, mi primera persona vivió un gran concierto, sin duda uno de los mejores de mi vida (el mejor siempre será otro adornado, por el recuerdo). Fue éste un concierto con mayúsculas, de gran banda: canciones sobrecogedoras, sonido perfecto, ejecución implecable, gran calidad en las imágenes de acompañamiento, gran despliegue luminotécnico, pirotécnico y acierto de todos los planos técnicos, etc. En definitiva, extraordinario.

Y finalmente explicaré eso de vivir un concierto en segunda persona. En el grupo que íbamos, había alguien especial (ya todos sabéis) para quien este día era más señalado que para los seguidores poco avanzados de la banda. En este día se le unían varios planes vitales. Era como si no llevara sólo unos meses esperando (desde que compramos las entradas), había más: 11 años sin ir a un concierto de ellos, 10 años desde que el cantante salvara sólo algunos muebles con canciones que sonaban descafeinadas sin el grupo y, sobre todo, el final de varios meses de incertidumbres: ¿lloverá?, ¿pasará algo por lo que no pueda ir?, ¿pasará algo importante?,¿será como antes?.¿será peor? ¿habrá alguien que impida disfrutar todo lo que se merece?... Muchas preguntas que había señalado ese día como una fecha límite, una de esas fronteras que uno mismo se pone sabiendo que después seguiremos siendo el que éramos pero que nos sirven para ir tomando decisiones.

Mi prisa a la hora de escribir esta crónica, sólo unas horas después del concierto, es que así no tengo por qué ni contar ni saber las respuestas a todas las preguntas.


Sevilla, 21 Octubre 2007

5 comentarios:

Carlos PdA dijo...

Oño, tío, qué intenso. No te molestes, pero reconozco que a mí me preguntas un sólo título de un temita de estos tíos y no sé qué decirte.

¿Y dices que tuvieron éxito en su día?

Qué cosas. ¿Dónde andaría yo metido?

RRock dijo...

Aunque ya te lo dije ayer en las tostás, me ha molao tu radiografía del concert. Muy ojetiva en la medida de la posible.

Me dió envidia, la verdad, no estar allí, cuando no había otro tema de conversación en Sevilla el sábado, te gustara o no el grupo. De cualquier forma, tu sabes que prefiero los villanos a los héroes.

bso

Labrujatere dijo...

¡Qué envidia!, además te vi la cara el lunes con la tostá. Nosotros fuimos a ver el Monte Ciencias (por cierto, perdió), pero las 4,30 y ya se veía el ambiente. Besos y gracias por compartirlo

Labrujatere dijo...

¡Qué envidia!, además te vi la cara el lunes con la tostá. Nosotros fuimos a ver el Monte Ciencias (por cierto, perdió), pero las 4,30 y ya se veía el ambiente. Besos y gracias por compartirlo

Montes dijo...

Estoy con hal9000 en lo de intenso. La pasión es joven. Gracias por compartirlo. Tu alegría nos contagia.